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El camino floral  es un sendero de amor que nos lleva al encuentro con  lo puro y perfecto que hay en cada uno de nosotros.

Mi nombre es Evangelina Bosch. 

Conoci las Flores Bach en mi adolescencia, cuando por consejo de una abuelita adoptiva muy querida por mi, las  "probé", sin fe lo confieso, pero urgida por mucha incertidumbre y un gran pesar en mi alma.

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Y ya no hubo retorno; allí empezó esta historia de amor con las flores, en infinita gratitud a Bach quien creó el sistema y a la Señora Velia que las puso en mi camino. 

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Unos años después decidí hacer la formación como terapauta de la mano de Mirta  Amábile, en el Instituto de Terapeutas Florales de Bárbara Espeche

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Hoy puedo contarles que son compañeras tanto en mi vida como en la vida de quienes amo; son el mensaje y el mensajero a la vez: me recuerdan cuando me distraigo que el dolor puede estar en alguna parte del recorrido simplemente para enseñarnos algo; que la felicidad es una elección y que pueden ambos convivir dentro nuestro.

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Las flores son pequeñas señales que nos orientan en el proceso de crecer, evolucionar, iluminar-nos. Son una herramienta más, también son el proceso mismo. Y por lo general, son misteriosos atajos y aparecen así... mágicamente. â€‹

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Cuando elegimos la ruta  del autoconocimiento iniciamos una aventura maravillosa al principio dura, a veces  dolorosa, luego cada vez más ligera y jubilosa, plena de  satisfacciones, no obstante siempre siempre positiva, hacia adelante, hacia adentro, hacia arriba; avanzamos con conciencia el sendero espiralado que nos acerca a nuestra esencia... que nos llama desde siempre...

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Este será un espacio donde iré contandoles lo aprendido, esperando contagiar la pasión y la alegría que la plantas me han transmitido. 

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Bienvenidos!

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Evangelina

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